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viernes, 11 de marzo de 2011
La otra Vendimia - Parte 2 Trabajadores de la cultura
A la marcha en contra de la megaminería durante los festejos del Carrusel, se sumó una serie de reclamos por parte de los y las artistas contratadas para el acto central de la Fiesta Nacional Vendimia. El gobierno de Mendoza suspendió ambas repeticiones y hay gran malestar de los y las hacedores de la cultura provincial. Bailarines de folklore denunciaron haber sido golpeados por la policía.
por Eduardo Latino
Lunes 21 horas, las faldas del Cerro de la Gloria muestran una muchedumbre de personas. Apenas un filo de la luna se alcanzaba a divisar junto a la montaña. En mi mano, la entrada que el día anterior el gobierno de Celso Jaque había dispuesto para los familiares de artistas de Vendimia. Las vallas anticipan el obligado paso por los controles policiales. La entrada chenin, anunciaban el ansiado brindis más grande del mundo en el Anfiteatro Griego Frank Romero Day. Era el final de una muerte anunciada.
Todo se remonta a la primera de las dos repeticiones de la Fiesta Nacional de la Vendimia. El día domingo, ya electa la reina, se dispone Mendoza, como todos los años, a la repetición del acto central y la contratación de músicos de reconocimiento nacional. Este año era el turno de la “Gata” Varela y del músico mendocino Natalio Faingold. La incapacidad de las autoridades para resolver el conflicto y la suspensión de ambas repeticiones por parte del gobierno provincial, pese a los intentos de los y las artistas de salir al escenario para dar inicio a la obra artística; mostraron una gran debilidad del Secretario de Cultura, Ricardo Scollo.
Al arribar al anfiteatro, los trabajadores se enteraron que las entradas que les correspondían para familiares, dos por cada uno, las habían vendido. Varios fueron los argumentos por parte de la Secretaría de Cultura. Extravío de las 1600 entradas, que se las habían llevado por error, hasta que finalmente las autoridades reconocieron que se habían vendido. Dichas entradas son el fruto de 20 años de lucha por parte de distintas organizaciones que nuclean a artistas de la provincia y, que de un instante a otro, caían en el olvido.
Las entradas faltantes fue el punto que movilizó a todos y todas las trabajadoras de la cultura y salieron a denunciar una serie de irregularidades durante los días previos al acto central y durante el mismo. Entre los reclamos se pueden puntualizar: comida en mal estado que provocó intoxicaciones en artistas, varias tablas del escenario que se caían por falta de terminación de las obras, las ambulancias se retiraban del anfiteatro antes que los y las artistas, un colectivo que trasladaba a bailarines y bailarinas que se quedó sin frenos y pusieron en riesgo la vida de quienes iban en él.
Para Roxana Sarui, actriz que cumplía su undécima participación en los actos vendimiales, “el tema de las entradas es la gota que rebalsó el vaso. Si bien estamos con un sueldo que ha sido logrado a partir de todos estos años de lucha, ha habido varias negligencias. El escenario no estaba en condiciones, algunos días la comida no estaba en buen estado. Anoche no había ambulancia. Cuando se armó el lío una compañera tuvo una descompensación y no estaba la ambulancia”. Es histórico que a los y las artistas de Vendimia no se los ubique bajo ningún convenio colectivo de trabajo, lo cual ha llevado a esta actividad a un desamparo y una precarización que ha sido alertada en los últimos años por organizaciones tales como la Asociación de Actores de Mendoza o el Movimiento Independiente de Músicos de Mendoza (MIMM). La misma Sarui agrega: “el tema concreto es que nosotros el año pasado habíamos empezado a trabajar con el Gobierno por un convenio colectivo de trabajo, pero eso aun no está firmado. Desde el vamos no tenemos un convenio como el resto de los sectores de la sociedad. Nosotros firmamos un contrato pero no tenemos una copia de lo que firmamos. Tenemos seguro pero no tenemos el papel de la póliza que figura que estamos asegurados y así sucesivamente”.
La situación era compleja y los canales de discusión acotados. El Gobierno provincial no mostraba interés en resolver el conflicto y trató de agudizar la situación. Los y las bailarinas de folklore se disponían de todos modos a salir al escenario para explicar al público presente lo que sucedía y comenzar con el espectáculo. Sorpresivamente al arribar a las bocas de salidas al escenario, la policía comenzó a forcejear y golpear a varios artistas para que retrocedieran. “Estábamos en las bocas para ver qué pasaba y la policía llegó y me pechó a mí de la nada e hizo caer a otra compañera y ahí reaccionaron el resto de los compañeros. No quise salir sino mirar solamente, porque la gente se estaba yendo muy enojada. Empujaron y golpearon sin decir nada, incluso rasguñaron a la compañera” afirmó el bailarín Jorge Calabrío.
La compañera es María Virginia Godoy, bailarina de folklore, quien denunció que “a los bailarines no nos dejaban salir y entraron personas del público al anfiteatro; había una chica que nos sacaba fotos y no sabíamos para qué sacaba fotos y para qué quería todas esas fotos. Se pidió que la sacaran, pero no entendemos por qué la policía nos reprimió si nosotros queríamos salir al escenario. La gente del Gobierno salió a decir que nosotros somos los culpables. No somos los culpables por los problemas y nos dejaron mal con el público mendocino. Nosotros también tenemos nuestros derechos y queríamos expresárselo a la gente y después bailar”.
Lunes, segundo día de repetición. El paisaje era desolador. Más de 700 artistas que eran frenados por la policía y se les prohibía el ingreso al anfiteatro, por orden de Ricardo Scollo. Eran las 20 horas y el escenario ya había sido desarmado. La orden ya había sido planteada y rápidamente se había cumplido. La decisión fue clara: suspender las dos repeticiones del acto central de la Vendimia. Las razones: “que no estaba asegurado el cumplimiento de los artistas”, según Ricardo Scollo y Mario Adaro, Ministro de Gobierno, Justicia y DDHH de Mendoza. Aunque desde el sector de los y las artistas las dudas sobre el accionar del gobierno provincial y la búsqueda continua de generar este conflicto, es una voz a gritos entre quienes están en la asamblea.
Entrada la noche, las puertas del piedemonte ven como un hormiguero las valijas de músicos, bailarinas y actores; quienes están imposibilitados de ingresar. Un círculo y una gran asamblea que marca el camino a seguir. No es el pavimento hasta las puertas mismas del histórico anfiteatro mayor de Mendoza; sino caras de indignación y enojo ante el mal trato de las autoridades provinciales y los medios masivos de difusión. “Willy” Martinez, representante del MIMM y delegado por los músicos, comenta: “La situación de los músicos es complicada. Quería que los músicos bajaran desde el anfiteatro hasta el lugar donde estamos e infantería estaba muy armada y directamente no los dejaron salir. Ni siquiera que uno de ellos pudiera salir y firmar el acta”.
La conducción nacional de la Asociación de Actores, representada por Alejandra Rincón, quien se encontraba en Mendoza, aseguró que el día jueves se hará una presentación judicial contra el gobierno de la provincia, a partir de la suspensión arbitraria de las dos repeticiones y la anulación de los contratos laborales con los y las trabajadoras de la cultura.
Marcelo Ortiz y Ornella Ferrara, dos de los locutores de Vendimia e integrantes del Multimedio Uno, dijeron esta mañana en el informativo matutino de Canal 7 de Mendoza, donde ambos son parte del staff, que “parece que hay algo detrás de esto”, en directa alusión a ciertas dudas sobre la legitimidad del reclamo por parte de los artistas. A la vez que agregaron: “el contrato no lo cumplieron ninguno de los 700 artistas, más allá que la responsabilidad de todo esto es de unos pocos adultos, la van a pagar todos”. Esta última frase, esgrimida por Ferrara y asentida por Ortiz, busca sentenciar culpabilidades y criminalizar a un grupo de artistas.
Estas declaraciones tienen correlato con lo expresado por el director de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2011, Walter Neira, quien al ser entrevistado por Canal 9 de Mendoza, sentenció: “si quiere el gobierno puede individualizar a quienes hicieron esto. No son todos sino un grupito. Sabemos quiénes son y es fácil individualizarlos. Yo no tengo problema que se los individualice”. Desde el gobierno de la provincia salió a hablar Fernando Simón, Subsecretario Legal y Técnico, en sus declaraciones manifestó que “es probable que sean sancionados como en cualquier empresa privada. Lo estamos estudiando y hay muchos frentes legales. No vamos a echar leña al fuego pero desde el gobierno no lo vamos a dejar pasar por alto lo sucedido”. Luego agregó: “esto no puede ser liviano”.
“Es vergonzoso, penoso. Hablaba con otros artistas y todos estamos con pena de no poder salir al escenario” dice “Willy” Martínez. Es la fiesta de los mendocinos, como se rotula cada año. La fiesta de la Vendimia se lleva casi la totalidad del presupuesto de cultura cada año. Luego de marzo, el desierto se cristaliza en la pobreza y en las ausencias de políticas culturales que impliquen más que el cortoplacismo que ha encarnado la historia política nacional. Las palabras de María Virginia Godoy resuenan como un eco interminable: “nosotros, los artistas, creemos que no tenían la plata para pagarnos y ésta es la estrategia de ellos”.
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